Fernando Alonso se mostró eufórico tras ganar el Gran Premio de Japón y dar con ello un paso de gigante para renovar su título de campeón del mundo de Fórmula 1. "Tengo una sensación de bienestar absoluta. Creo que después de estar el campeonato tan apretado en estas dos o tres últimas carreras, tener este colchón es muy bueno para Brasil. Sólo necesitamos acabar entre los ocho primeros si Michael gana la carrera, y eso facilita las cosas", dijo el piloto español.Sin embargo, el asturiano no se fía. "Como hemos visto hoy, ya no se puede contar con fines de semana fáciles o difíciles. Parecía fácil en China y perdimos la carrera, y parecía un fin de semana fácil para Michael aquí y perdió la carrera.
En Brasil no podemos caer en ese error, porque sólo necesitamos un punto y parece fácil, pero si no acabas la carrera todo se va al traste. Tengo que centrarme al máximo en el pilotaje y en no cometer errores. El equipo seguramente será lo mas conservador posible en cuanto a mecánica, porque no necesitamos ganar la carrera", comentó.
Victoria inesperadaEl líder del Mundial reconoció que la de Suzuka fue "una victoria inesperada que deja un gran sabor de boca". "Pensábamos que íbamos a sufrir muchísimo, que no íbamos a poder luchar en ningún momento por la victoria y que el podio parecía el objetivo más optimista", reconoció."Una vez que adelanté a Trulli, arriesgando mucho y pensando que era mi única oportunidad de estar delante de ellos, vi que podía seguir a Ralf y era un poquito mas rápido, así que cogí confianza. La sorpresa llegó luego, al adelantar a Massa en el 'pit stop'. Todo lo que iba viniendo era bueno", reconoció Alonso. "Era ya un resultado inesperado y luego la rotura de Michael, que no se ven muchas roturas de Ferrari, ha sido una inyección de alegría increíble para mí y para todo el equipo", continuó.
La rotura del FerrariAsí explicó Fernando cómo vivió la rotura del motor de Michael Schumacher. "Primero pensé que era un Spyker, porque creía que era naranja. Luego iba fijándome en el asfalto por si hubiese alguna mancha de aceite y me pudiese salir y me di cuenta que era Michael cuando me puse a su lado. ¿Mi reacción? Cerré el puño dentro del habitáculo y en la siguiente curva bajé las revoluciones, porque a partir de ahí cualquier resultado era bueno".Sobre si su victoria había sido de justicia, tras los ocurrido en las últimas carreras, el ovetense dijo que "la justicia va y viene según de dónde sople el viento". "En Hungría y Monza abandoné cuando estaba en posiciones de podio. La ventaja que teníamos en el campeonato desapareció mas rápidamente de lo normal y esta vez la hemos ampliado otra vez a valores más normales", apuntó.
A rematar la faenaTambién comentó que para la próxima carrera de Brasil "la decisión sobre el motor se tomará después de los entrenamientos de este semana en Silverstone, pero la intención es no tomar ningún riesgo y se pondrá el motor más fiable, aunque no sea el más rápido". "Lo que está claro es que el periplo de China y Japón nos ha salido redondo, y ahora hay que rematar la faena en Brasil", indicó.Sobre si hubiese preferido ganar en la pista a Michael Schumacher, comentó: "Prefiero ganar así, porque seguramente cuando yo rompí en Hungría o Monza no se les cayeron las lágrimas cuando me vieron allí tirado. Esta vez la moneda ha caído de mi lado. La carrera iba a ser difícil, adelantarle iba a ser casi imposible, pero para sorpresa de todos aguantaba su ritmo y eso era ya una buena noticia para el fin de semana. Pero la gran noticia llegó luego".
El Ave FénixDijo que su celebración tenía que "verla en la tele". "Son momentos en los que no sabes lo que haces, que no eres dueño de ti mismo. En el coche ya llevaba pensado el hacer el Ave Fénix y luego, cuando fui a los mecánicos, lo que me saliese", apuntó. "En el podio se han mezlado las emociones de la victoria con los puntos del campeonato y la carrera imposible que teníamos antes de empezar, que nunca pensábamos luchar por ella. Eran tantas emociones que ha sido una victoria diferente", dijo."Esta victoria", agregó el campeón del mundo, "compensa el abandono de aquí en 2003. Fue un duro golpe, porque estaba luchando por la victoria con Barrichello y después de tres años todavía lo recuerdo. Si este año es, de momento, el último de Suzuka, es perfecto ganar aquí".
Agradecido a toda EspañaAlonso, que dentro de quince días puede lograr su segundo título consecutivo, subrayó: "La victoria se la dedico a toda España. La gente siempre estuvo junto a mí con las cosas un tanto extrañas y siempre en contra nuestra que pasaron en este campeonato, igual que han estado hoy aquí en el circuito o delante de la televisión. Cada vez que tienen oportunidad de darme apoyo me la dan y ojalá que se haya levantado mucha gente y se hayan alegrado"."Diez puntos a falta de una carrera es el resultado soñado. Pero, como vimos hoy, la carrera se puede ir al traste por un problema mecánico o de pilotaje y Brasil es un circuito bastante duro para la mecánica, con muchos baches y muchos bordillos, con rectas largas, una altitud diferente a los otros sitios del Mundial. El motor sufre un poco más. Hay que acabar la faena, pero las cosas pintan bien", concluyó Alonso